El problema que padece actualmente el Medio Ambiente conlleva a una inevitable reflexión sobre lo que podemos y debemos hacer para paliar su situación. Reinventarse y adaptarse a la realidad actual son algunas de las fórmulas que proponemos y, concretamente, la historia del embalaje es un reflejo de ello.

El primer embalaje de madera conocido de la historia data de la época de los griegos y los romanos. Entonces empleaban botas y barriles de madera. Ya en el año 1809 aparecen las primeras cajas, que se ataban con alambre, pero no es hasta 1825 cuando se comienzan a usar las primeras cajas de madera cerradas con clavos, sistema que se sigue utilizando hasta el día de hoy.

Tras casi 200 años desarrollando el mismo sistema, nos planteamos la necesidad de un cambio en el embalaje de madera habitual. Fue así como en el año 2004 comenzamos el proyecto CajaEco®.
El primer paso fue diseñar una nueva forma de fabricar las cajas, con el fin de cambiar el aspecto poco atractivo que tiene el embalaje convencional. Teníamos que ofrecer a un mercado cada vez más preocupado por la imagen, un producto que estuviese a su altura.
La segunda cuestión fue detectar la principal necesidad de nuestros clientes: ¿qué valor añadido puede tener este producto para ellos?. La respuesta la encontramos en dos puntos clave: el almacenamiento y la expedición. Los embalajes convencionales tenían un gran volumen y ocupaban mucho espacio. El nuevo diseño no tendría por qué estar armado antes de su uso.
Por último, nos preguntamos qué otra condición imprescindible debería cumplir el embalaje del futuro. Gracias a mi hijo, que siempre colaboró con dos ONG’s (una contra el racismo y otra vinculada a la ecología), comprendí que las generaciones venideras estaban comprometidas con la sociedad en general y con el Medio Ambiente en particular. Se habían dado cuenta que estábamos acabando con los recursos del planeta y comenzaban a tomar medidas de forma activa.

Este compromiso con el Medio Ambiente lo hemos querido trasladar de forma clara a la CajaEco®, ideando un novedoso sistema de grapas para fijar los laterales que permite que nuestra caja sea reutilizable y, por supuesto, no genere un residuo.
En lo relativo a su almacenamiento y transporte, estando desarmada permite trasladar de 5 a 10 veces más unidades en un tráiler, lo que se traduce en menos emisiones de CO2 a la atmósfera al reducir el número de viajes realizados o vehículos utilizados. Además, no sólo precisa de menos madera que un embalaje convencional, sino que la materia prima procede de tala sostenible, cumpliendo así la normativa PECF.
Hoy, 5 de junio, festejamos el Día Mundial del Medio Ambiente y os presentamos este breve resumen de cómo, de la mano de la innovación, se creó el primer embalaje de madera que aúna diseño, manejabilidad y reutilidad del mercado. Un ejemplo más de como todos jugamos un papel importante para salvaguardar los recursos naturales que tanto nos preocupan.

Felicitaciones a la Empresa por el cuidado del medio ambiente, por pensar en construir antes que en destruir, exitos en su gestión, gracias por el respeto a la naturaleza y a la vida y que Dios les compense este gesto
Muchas gracias por tus palabras Luz, creemos firmemente que así debe ser.
Un saludo y de nuevo gracias por leernos.